Podrá ser la opción de movilidad
más utilizada en el mundo y -en parte-, asequible, pero las motos en casa no
son ese mar de felicidad, principio de independencia y excelente inversión que
tanto se promueve.
Ni hablar de la imprudencia y
exceso de ego y arrogancia que se tiene al manejarlas y el uso de prendas de vestir
inadecuadas, cascos que no son adecuados o permitidos por las leyes o ir varios
pasajeros -incluyendo niños-, que les hacen foco de controversia, aunque usted
como usuario pueda alegar las cosas buenas que tiene.
Agradecemos que existan padres,
madres e hijos que, teniendo motos en casa, cumplen a cabalidad con las normas
más elementales de conducción, legalidad y cuidados, ya que estas, dentro de
los hogares, pueden traer inconvenientes que se deben considerar y estratégicamente,
contrarrestar, para que su uso y cuidado sea el correcto y le brinde la real
plusvalía a la inversión.
Motos en casa
Tener una moto dentro de casa
puede parecer una buena idea para protegerla y tenerla siempre a mano, pero
también conlleva varias desventajas que deberían ser estudiadas, corregidas y
así, aprovechar su uso sin que vaya en detrimento de tu economía, espacios,
salud y seguridad.
Las motos ocupan espacio valioso,
lo que puede dificultar el movimiento o el uso de la vivienda, especialmente en
espacios pequeños.
Al tener una moto dentro de casa,
existe el riesgo de accidentes, como caídas que pueden causar daños tanto a la
moto como a la vivienda, personas -especialmente niños-, mascotas o a los
enseres más preciados.
Las motos en casa emiten olores
de combustible o aceites que pueden ser desagradables y difíciles de eliminar
en espacios cerrados, perniciosos para quienes poseen problemas neumológicos,
dérmicos o sinusitis.
Estas pueden -y lo harán- acumular
suciedad y aceite, lo que puede ensuciar el suelo y las paredes de la casa casi
que de manera permanente.
El mantenimiento o arranque de la
moto puede generar ruido y vibraciones, lo que puede molestar a los miembros de
la familia o a los vecinos, especialmente en horarios de descanso. También se
debe corregir la ética y cívica de cada usuario.
La posibilidad de fugas de
combustible o aceite dentro de la casa puede generar riesgos de incendio o
daños estructurales.
Tener una moto en casa puede
atraer la atención de ladrones, aumentando el riesgo de robo, incluso si está
dentro; o la espera al salir. Esto insta a llamara a la vigilancia ciudadana y
conminar a las autoridades a mayor seguridad, iluminación, etc.
Las motos en casa pueden ser un
área propensa a la acumulación de pequeñas plagas, como insectos, especialmente
si hay residuos.
En algunas áreas, puede haber
regulaciones o restricciones contra tener vehículos dentro de la vivienda, lo
que puede implicar multas. Hay quienes las tienen en apartamentos en niveles
bajos, lo que es una muestra de indecencia que no debería permitirse. Y cuando
alguien les denuncia, comienzan las hostilidades, dizque porque están vulnerando
sus derechos ¿?
Realizar cualquier tipo de
mantenimiento en un espacio cerrado puede ser complicado y menos cómodo que
hacerlo en un garaje o taller.
Si la moto se encuentra dentro,
la ventilación puede verse comprometida, lo cual es importante para la salud de
los residentes como ya se dijo. Un adormecimiento por CO2 es técnicamente
letal, pero los más engeridos lo demeritan…hasta que ocurre.
Las motos, especialmente cuando
se usan con frecuencia, pueden incrementar la temperatura del interior de la
casa, causando incomodidad.
Tener una moto dentro de la casa
puede ser un punto negativo para posibles compradores o inquilinos que pueden
preferir espacios sin vehículos o que no existan residuos de emanaciones en
suelos y pisos dentro del área habitable; no todos toleran que su casa toda sea
como un garaje.
Tener motos en casa tiene sus
ventajas, pero es esencial considerar estas desventajas antes de tomar una
decisión de tenerle allí. Y además, estudiarlo para mejorar como persona,
familiar, vecino y connacional
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