Hasta en las mejores familias hay problemas, impasses, desobediencias, imprudencias, arrebatos, desenfrenos que tarde o temprano llevan a uno o a varios a caer en el arrepentimiento. Es la prueba de fuego para… El padre, que debe controlar sus más ariscos y agresivos impulsos para no hacer ni decir a las primeras, algo de lo cual se va a arrepentir o tendrá que hacerse el estoico para no reconocer un error que lo carcome por dentro. La madre, que debe saber frenar sus impulsos de dolor y frustración y saber equipararlos con sus instintos maternales de protección y refugio, para no ser engañada o rebasada por esas emociones y su criterio sea cuestionado. De usual, quienes más cometen errores y por ende al verse acorralados piden perdón y caen en el arrepentimiento –aunque no lo crean, es buena señal-, son los adolescentes. Cuando demuestran arrepentimiento y saben que deben enfrentar las consecuencias, demuestran su empatía y humanismo y son alas y personas que pueden ser salvad...