No sólo es actitud, disposición, amor, tolerancia, en fin, todo lo que ha de venir de nuestra alma, corazón y mente. También hay que crear las condiciones para que todo fluya y así tener un hogar feliz y armónico, en el cual la vida sea un punto de encuentro, reinicio y crecimiento mutuo.
Consejos para tener un hogar feliz y armónico
Potencia la luz natural
La luz natural crea un ambiente más cálido, acogedor y saludable. Intenta no tapar las entradas de luz con muebles o cortinas demasiado opacas.
Tener un hogar feliz y armónico: Crea espacios abiertos
Estos facilitan la movilidad, la comunicación y la luminosidad. Puedes unir la cocina con el salón o el comedor, o crear zonas de lectura o juego en lugares amplios.
Usa colores neutros para el mobiliario
Los colores neutros transmiten calma, equilibrio y armonía. Puedes combinarlos con algunos toques de color más vivo para dar alegría y personalidad a tu hogar.
Establece y mantén rituales familiares
Nos referimos a aquellas actividades que se realizan de forma regular y que refuerzan el vínculo familiar. Por ejemplo, comer juntos, leer un cuento antes de dormir, celebrar los cumpleaños, juegos de mesa, manualidades, videojuegos, etc.
Tener un hogar feliz y armónico: Demuestra amor a tu familia, con hechos y palabras en justo balance
El amor es el ingrediente principal para un hogar feliz. Exprésalo con palabras, gestos, abrazos, besos, elogios, etc. Haz que cada miembro de tu familia se sienta valorado y querido. No es tener preferencias por alguien, sino tener preferencias por recordarles a todos que son alguien para sí y alguien para ti.
Tener un hogar feliz y armónico: Habla positivamente
Evita las críticas, los reproches, las quejas y los insultos. En su lugar, usa palabras de ánimo, apoyo, reconocimiento y gratitud. Fomenta el diálogo constructivo y la escucha activa.
Reparte las tareas del hogar
Todas éstas son responsabilidad de todos los que viven en él. Asigna a cada uno las tareas que le correspondan según su edad y capacidad. Involucra a los niños en la toma de decisiones y hazles ver que su colaboración es importante.
Conoce lo que te hace bien
Busca actividades que te aporten bienestar, satisfacción y diversión. Puede ser hacer ejercicio, meditar, leer, pintar, etc. Dedica tiempo a cuidarte y a disfrutar de lo que te gusta. Sí te sanas, ayudarás a los demás a sanar.
Expresa tus sentimientos
No reprimas tus emociones, sino compártelas con tu familia. Habla de lo que te preocupa, te alegra, te entristece o te enfada. Pide ayuda cuando la necesites y ofrece tu apoyo cuando alguien lo requiera.
Tener un hogar feliz y armónico: Mantén bajo control las peleas entre hermanos
Las peleas entre hermanos son normales, pero no deben convertirse en algo habitual o violento. Enseña a tus hijos a resolver sus conflictos de forma pacífica, respetuosa y empática.
Confía en las capacidades de tus hijos
Tus hijos necesitan sentir que confías en ellos y en su potencial. Déjales tomar sus propias decisiones dentro de unos límites razonables. No les sobreprotejas ni les compares con otros. Anímales a aprender de sus errores y a superarse. Que hagan lo que amen, pero enséñales a que les sea rentable y humilde en justo equilibrio.
Tener un hogar feliz y armónico: Regala recuerdos
Estos son el tesoro más valioso de una familia. Crea momentos especiales con tu familia que queden grabados en la memoria. Pueden ser viajes, excursiones, fiestas, juegos, etc.
Sobrelleva el aburrimiento
Este no es malo, sino una oportunidad para desarrollar la creatividad y la imaginación. No intentes llenar todo el tiempo de tu familia con actividades programadas. Deja espacio para la improvisación y el ocio libre.
Tener un hogar feliz y armónico: Mantén la calma
Es más que esencial para un hogar armónico. No te dejes llevar por el estrés, la ansiedad o la ira. Practica técnicas de relajación, respiración o mindfulness para controlar tus emociones negativas.
Haz de tu familia tu prioridad, sin exageraciones
La familia es lo más importante en la vida. Dedica tiempo de calidad a tu familia, sin distracciones ni interrupciones. Muestra interés por lo que les pasa, por sus sueños, sus miedos, sus ilusiones. Hazles saber que cuentan contigo y que siempre estarás ahí para ellos. Pero dales su espacio, recuerda que aunque todos confluyan, son personas que piensan y sienten diferente; lo que importa es que todo lo que hagan, esté enmarcado en el bien.
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