La salud preventiva es la
piedra angular de una vida plena y duradera, conjugando las visitas regulares
al médico, con la previa de los exámenes de laboratorio, ecosonogramas y
rayos X que actúan como un "escudo invisible", ofreciendo una visión
profunda del estado interno de nuestro organismo. Con respecto a los análisis
sanguíneos, de orina u otros fluidos biológicos, permiten detectar a tiempo
condiciones que aún no presentan síntomas evidentes, haciendo que el
tratamiento sea más pronto - efectivo y, en muchos casos, menos invasivo.
Como sugieren los laboratorios en merida: una rutina de chequeos de laboratorio para cada miembro de la
familia, adaptada a su edad y sexo, es una de las mejores inversiones en
bienestar que se pueden realizar.
Niños y adolescentes: Exámenes de laboratorio monitoreando el crecimiento y la inmunidad
En la infancia y la
adolescencia, los exámenes de laboratorio se centran en verificar el desarrollo
adecuado, el estado nutricional y la inmunidad.
Hemograma Completo (CSC):
Este es un análisis fundamental para detectar la anemia, una deficiencia
común en niños que puede afectar su energía y desarrollo cognitivo. Mide los
glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
Perfil de hierro y
ferritina: Evalúa las reservas de hierro, especialmente en
adolescentes, quienes pueden ser propensos a deficiencias debido a dietas
restrictivas o el inicio de la menstruación.
Examen general de orina (EGO):
Se realiza para descartar infecciones del tracto urinario (ITU), que a
veces son asintomáticas, y para evaluar la función renal general.
Prueba de glucosa en
sangre: Aunque menos frecuente, es importante realizarla si
existen antecedentes familiares de diabetes tipo 2 o si el niño o adolescente
presenta sobrepeso. Los expertos de la Academia Americana de Pediatría (AAP)
recomiendan un control de lípidos si hay factores de riesgo, como antecedentes
familiares de enfermedad cardíaca temprana.
Adultos jóvenes (20-40 años): El chequeo base y los marcadores de riesgo
Esta etapa se enfoca en
establecer una línea de base saludable y detectar precozmente los marcadores de
enfermedades crónicas que a menudo comienzan a desarrollarse silenciosamente,
así como algunos exámenes de laboratorio pre-laborales o pre-estudiantiles, como las pruebas de dengue y/ o de COVID, sumándole:
Panel de lípidos
(colesterol): Mide el colesterol total, LDL
("malo"), HDL ("bueno") y triglicéridos. Su control es
vital para prevenir enfermedades cardiovasculares. Según la Asociación
Americana del Corazón (AHA), este examen debe comenzar alrededor de los 20
años y repetirse cada 4 a 6 años si los resultados son normales.
Glucosa en ayunas o
hemoglobina glicosilada (A1C): Determina el riesgo de
desarrollar diabetes. La A1C es particularmente útil porque refleja el
nivel promedio de azúcar en la sangre durante los últimos tres meses.
Función tiroidea (TSH):
Especialmente relevante para las mujeres, ya que los problemas de tiroides son
comunes y pueden afectar el metabolismo, la energía y el peso.
Pruebas de detección de
infecciones de transmisión sexual (ITS): Para adultos sexualmente
activos, las pruebas de ITS son un componente importante de la salud
preventiva, incluso en ausencia de síntomas.
Adultos mayores (50+): Profundizando en la salud de órganos y hormonas
A partir de los 40 a 50 años,
los exámenes se vuelven más específicos, centrándose en el funcionamiento de
órganos vitales y la detección temprana de cáncer.
Panel metabólico completo
(CMP): Evalúa la función renal (creatinina, BUN) y hepática
(enzimas hepáticas), además de electrolitos y niveles de azúcar. Es un
indicador clave de la salud de los órganos.
Prueba de sangre oculta
en heces (SOH): Un método de detección simple y no
invasivo para identificar el riesgo de cáncer colorrectal, una
recomendación estándar que puede realizarse anualmente.
Antígeno prostático
específico (PSA) - Hombres: Una prueba de sangre utilizada para
detectar cambios que podrían indicar un riesgo de cáncer de próstata. Este es uno de los exámenes de laboratorio que se
recomienda discutir su periodicidad con el médico a partir de los 50 años,
según la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS).
Vitamina D y densidad
ósea: La deficiencia de Vitamina D es común y afecta la
absorción de calcio. La evaluación de la densidad ósea se vuelve crucial para
prevenir la osteoporosis, especialmente en mujeres posmenopáusicas.
La regularidad de estos
chequeos no solo ofrece tranquilidad, sino que empodera a las familias con el
conocimiento necesario para tomar decisiones informadas sobre su estilo de vida
y obtener tratamiento médico antes de que las dolencias se vuelvan graves. Consultar
al médico es fundamental para diseñar un calendario de exámenes de laboratorio personalizado, ajustado a los antecedentes familiares y el historial clínico de
cada persona.

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