El Manga también es una experiencia familiar

El manga, el formato de cómic japonés, ha trascendido las barreras culturales para convertirse en un fenómeno global que en ocasiones antecede al gusto por el ánime o deriva del mismo. Pero, más allá del entretenimiento individual, leer manga en familia ofrece una riqueza de beneficios educativos, culturales y emocionales que fortalecen los lazos y estimulan el crecimiento.

Bien queda acercarse a una tienda de mangas en Colombia, España, México, Perú, Grecia, Croacia, Estados Unidos, El Salvador, sea física o virtual y consultar los títulos habidos y por haber, comenzar a leerlos como rutina a compartir, reflexionar sobre la forma y fondo y compartir esas sensaciones que derivan del gusto por el arte japonés que ha conquistado a occidente.

Muchos de esos beneficios para los miembros del hogar, podemos reflejarlos en los siguientes ítems.

el manga
 

El manga, una lectura familiar

Desarrollo de la empatía y la inteligencia emocional

Una de las grandes fortalezas del manga es su profunda exploración de los personajes y sus conflictos internos. A diferencia de muchos cómics occidentales centrados en la acción, el manga shōnen (juvenil) y shōjo (femenino) a menudo se enfoca en el desarrollo psicológico.

Al seguir las largas sagas de personajes como Naruto, que busca aceptación o Kōsei Arima de Your Lie in April, que lucha con el trauma, la familia puede:

  • Discutir dilemas morales: Preguntarse por qué un personaje tomó cierta decisión y cómo se siente al respecto.
  • Comprender la perseverancia: Observar cómo los héroes se levantan tras la derrota, fomentando una mentalidad de crecimiento (grit).
  • Fomentar la empatía: Los padres y los hijos se exponen a mundos y experiencias que quizás no vivan, mejorando la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

 

Estímulo de la alfabetización visual y narrativa

El manga es una forma de arte única que exige una alfabetización visual diferente. Se lee de derecha a izquierda, y el arte utiliza líneas de movimiento, efectos de sonido onomatopéyicos (como doki-doki para un latido del corazón) y expresiones faciales exageradas para impulsar la narrativa.

Esta lectura activa permite a la familia:

  • Mejorar la comprensión lectora: Los niños que dudan ante grandes bloques de texto pueden sentirse atraídos por el formato visual del manga, que facilita la transición a la lectura de libros más complejos.
  • Entender el ritmo narrativo: Analizar cómo el mangaka (autor) utiliza los paneles para ralentizar un momento emotivo o acelerar una escena de acción.
  • Estimular la creatividad: Los estilos artísticos variados (desde el kawaii hasta el cyberpunk) pueden inspirar a los miembros de la familia a dibujar, escribir sus propias historias o explorar otras formas de arte.

 

El manga nos abre a nuevas culturas y horizontes

Leer manga expone a la familia a la cultura japonesa de una manera accesible y divertida. El contexto de las historias a menudo incluye elementos de la vida cotidiana en Japón.

La familia puede disfrutar aprendiendo sobre:

  • Tradiciones y festividades: Conocer el Tanabata (Festival de las Estrellas) o los rituales de Año Nuevo.
  • Comida y gastronomía: Aprender sobre platos como el ramen, el onigiri o el takoyaki y, quizás, incluso animarse a cocinarlos juntos.
  • Valores culturales: Observar conceptos japoneses como el ganbatte (no rendirse) y la importancia del respeto a los mayores (senpai y kōhai).

 

Es una actividad de vínculo compartido  o tiempo de calidad

El simple acto de compartir una afición ya es un beneficio en sí mismo, con gran aporte a las familias que se alejan de cualquier modelo disfuncional o apático. Las series de manga suelen ser extensas, lo que garantiza meses o incluso años de intereses compartidos.

  • Vincularse con un tema común: En lugar de ver series por separado, la familia tiene un terreno neutral para debatir personajes, predecir la trama y expresar frustraciones sobre los giros argumentales.
  • Recomendaciones intergeneracionales: Un adolescente puede introducir a sus padres a un clásico como Death Note, mientras que los padres pueden compartir con los hijos títulos más maduros (seinen) como Monster o Pluto (con la debida supervisión).

En definitiva, el manga es mucho más que un pasatiempo; es una puerta a la empatía, un gimnasio para la mente y una excelente excusa para que la familia comparta, aprenda y se conecte a través de narrativas ricas y visualmente deslumbrantes, muy distintas al cómic occidental pero jamás demeritando a este, ambos se complementan.

Lcdo. Argenis Serrano 

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