Nuestro hogar es el sitio en el cual vamos a descansar,
en el que trazamos planes para mejorar nuestras condiciones de vida. En nuestro
hogar crecen las esperanzas de ver a nuestros hijos felices, llenos de alegría.
Aquí planificamos nuestro futuro. Es el sitio donde encontramos apoyo ante
cualquier percance, aquí vive nuestra familia.
Sin embargo nuestro hogar no está exento de amenazas,
en el existen elementos que pueden originar accidentes que pueden
crear lesiones a nuestros familiares y que pueden ocasionar hasta la
muerte.
Por ello resulta imprescindible conocer aquellos
elementos que pueden ser causa de accidente, para evitar su aparición, para
prevenirlos. De nada vale lamentarnos, ahogarnos en un mar de lágrimas o de
culparnos por lo ocurrido.
Lo importante, lo verdaderamente importante es aprender
a arrepentirnos antes de que las cosas sucedan. Es mejor prevenir que tener que
lamentar. A eso lo estamos invitando con este corto material que hemos
preparado, no para decirle cosas que usted ya sabe, sino para comprometerlo a
hacer lo que debemos hacer por nuestros hijos, nuestra familia y por nosotros
mismos.
Es un acontecimiento fortuito, generalmente desgraciado
o dañino, independiente de la voluntad humana, provocado por
una fuerza exterior que actúa rápidamente y que se manifiesta por la
aparición de lesiones orgánicas o trastornos mentales.
El accidente supone una falta de previsión. Los
accidentes se ubican entre las cinco primeras causas
de muerte en niños y ancianos de 20 países de América
Latina y el Caribe, incluyendo a Cuba.
Accidentes
Domésticos y Peri domésticos
Son aquellos que ocurren en la vivienda propiamente
dicha: patio, jardín, garaje, acceso a pisos superiores, vestíbulos de las
escaleras, cuarto de baño, cocina o cualquier otro lugar perteneciente al
hogar.
Se presentan más en niños y ancianos. La proporción de
varones es muy superior a la de las niñas. Sin embargo, en el anciano se
reportan más accidentes en las mujeres hasta los 75 años, a partir de esta edad
la frecuencia es similar en ambos sexos.
Los
accidentes más comunes en el hogar son:
Caídas
Heridas
Quemaduras
Bronco aspiración alimentaria
Cuerpos extraños
Sofocación mecánica
Intoxicación y envenenamiento
Asfixia por inmersión
Electrocución
Accidente por arma de fuego
Accidentes de tránsito.
Los
Accidentes y el Desarrollo del Niño
Las zonas de peligro por las que el niño va ampliando su radio de acción comienzan
con la letra C.
Cuna:
Bronco
aspiración, se puede producir al acostar al niño boca arriba después de
alimentarlo. Debe acostarse boca abajo y la cabeza hacia un lado.
Asfixia puede ocurrir cuando se
colocan juguetes con cordeles que pueden enredarse en el cuello o
bolsas plásticas en las que el niño mete la cabeza y después no sabe cómo
quitársela. Se deben evitar los paños, frazadas u otra ropa cerca del alcance
del niño ya que cuando pueden realizar movimientos pueden cubrirse con ellos.
Las cajas de talco de igual forma deben estar fuera de su alcance, al igual que
cualquier objeto pequeño que pueda introducírselo a la boca. Cuando el niño está
más grandecito y puede moverse hay que vigilar los barrotes de las barandas ya
que pueden introducir entre ellos la cabeza y asfixiarse.
Cama:
Debemos
recordar que entre los 4 - 5 meses el niño puede girar sobre sí mismo y caerse
de la cama de los padres. Muchas veces para acompañar al niño que esta majadero
se pasa para la cama de los padres, corriéndose el peligro de asfixiarlo por
ser comprimidos.
Cuarto:
A
partir de los 8 meses el niño puede realizar la pinza digital y llevar objetos
pequeños a la boca y tragarlos o aspirarlos a los bronquios. Entre estos
objetos son frecuentes, frijoles, semillas, cuentas de collar, alfileres,
tornillos, clavos, pilas de relojes o calculadoras, con estos dos
últimos objetos existe un peligro adicional, ya que contienen un material
cáustico que lesiona la pared del tubo digestivo.
Debemos cerciorarnos de que el cuarto en el cual este el
niño esté libre de objetos peligrosos, además. Debe estar limpio. Debemos
recordar que él toma corriente debe estar cubierto o impedirse el acceso al
mismo con un mueble pesado para evitar que el niño introduzca los dedos o
cualquier objeto en el.
Cuarto
de Baño: En el cuarto de baño se pueden originar
caídas por estar el piso mojado y resbaladizo, es recomendable colocar alguna
alfombra que evite los resbalones. Los recipientes con agua son muy
peligrosos, los cubos, palanganas bañaderas etc., no deben dejarse llenos en el
baño y si lo hacemos debemos estar seguros de que el niño no podrá
entrar.
Recuerde que un niño puede ahogarse en 10 centímetros
de agua. Los medicamentos que se guarden en el baño y las cuchillas de afeitar,
deben estar fuera del alcance de los niños y preferiblemente bajo llave.
Nunca deje solo a un niño
en el baño.
Cocina:
Los
niños pequeños no deben tener acceso al área donde está el fuego o líquidos
hirvientes. Esto debe ser una norma de estricto cumplimiento.
Deben existir armarios que puedan alcanzarse
fácilmente, sin necesidad de subirse a sillas o escaleras.
Los mangos de la sartén y las ollas deben colocarse
en dirección a la pared.
Limpiar inmediatamente cualquier líquido derramado en
el suelo.
Guardar en lugar seguro todos los elementos
cortantes y punzantes.
Comprobar la seguridad de enchufes y cables
de los equipos electrodomésticos.
Recoger inmediatamente los vidrios rotos con los
utensilios de limpieza, nunca con las manos.
Nunca echar agua sobre aceite hirviendo.
Mantener los venenos, líquidos de limpieza y
desinfectantes en sus envases originales, debidamente rotulados y fuera del
alcance de los niños.
Comedor:
El
comedor puede parecernos un lugar libre de peligros, sin embargo, tenga cuidado
al servir sopas o caldos calientes.
Antes de transportar líquidos calientes hay que tener
en cuenta que no haya niños, animales o adultos que puedan
interponerse inesperadamente en nuestro camino.
No permita a los niños pequeños manipular cuchillos ni
a los mayores jugar con ellos en la mesa o en cualquier otro lugar.
Los cubiertos de los niños pequeños deben ser
apropiados y mientras comen no deben descuidarse, hay que observarlos.
Calle:
La
calle es un lugar peligroso, pero inevitable, por tanto debemos abordarla con
el mayor cuidado posible. En ella encontramos vehículos de todos los tipos y
estamos expuestos a situaciones en que podemos ser lesionados y hasta encontrar
la muerte. No debemos olvidar que, en la calle, somos el elemento más
vulnerable.
También debemos tener presente que los niños y los
ancianos están mucho más expuestos a sufrir un accidente en la calle que los
adultos y jóvenes. Tengamos presentes que no solo nuestras imprudencias pueden
conducirnos a un accidente, tenemos que considerar las imprudencias que cometen
las otras personas, que junto a nosotros utilizan la calle, por ello debemos
extremas nuestras precauciones y recordar las siguientes medidas:
Conocer y respetar la Ley de Viabilidad.
Cerciorarnos al cruzar una calle o camino que no vienen
vehículos.
No cruzar por delante de vehículos estacionados, que
nos restan visibilidad.
Caminar por las aceras y si no existen hacerlo por la
senda contraria para ver los vehículos que se aproximan.
Cuando llevemos a un niño por la calle siempre debe ser
tomado de la mano y nunca al borde de la calle o camino.
No asignar el cuidado de un niño a otro niño en la
calle.
Recordemos que los niños hasta los 6-7 años tienen la
llamada "visión en túnel", es decir, solo ven el objeto al que están
prestando atención.
Colocar barandas en las puertas de la casa que tengan
acceso a la calle, cuando haya niños pequeños.
Los juegos en la calle han provocado muchos
accidentes, algunos fatales.
Cualquiera de los accidentes mencionados, como los que
con mayor frecuencia ocurren en el hogar, puede ser sufrido por cualquier
miembro de la familia, pero los que corren mayor riesgo son los
niños y los ancianos. Sobre los niños hemos comentado bastante.
Dedicaremos ahora unas líneas para indicar algunos
factores que no debemos olvidar relativos a este grupo etario.
No
olvidemos que los ancianos:
Pierden poco a poco la visión.
Pierden poco a poco su capacidad de equilibrio.
No pueden sostener como antes objetos en sus manos con
mucha seguridad.
Pierden poco a poco la memoria actual, por lo
que avisos o alertas que deben recordar, serán olvidados.
Si tomamos en cuenta estos aspectos podremos ayudar a
nuestros familiares de mayor edad a no sufrir accidentes.
Lcdo.
Argenis Serrano
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