Alimentar a un Familiar que no Quiere Comer
Sea por edad, estado de salud mental, física e incluso por reacciones sentimentales, muchas veces no queremos comer algo, sea que no nos apetezca o que no sintamos hambre.   Y una vez, pasa, pero cuando el asunto crece en horas y días, reviste gravedad y claramente que preocupa a las personas en derredor, no tanto así al afectado -lo que acrecienta el problema.   Lo primero es ser consecuente con su sentir o padecer; y buscar ayuda profesional, sea con un médico general que evalúe los efectos de la abstinencia alimenticia y le remita con un nutriólogo o nutricionista o incluso, con un psicólogo o psiquiatra, según la gravedad.   Hay un elemento que debe ser el asidero para cada miembro del hogar: A la persona que no come, no se le obliga a comer, ello crea más dilema y rechazo.   Claramente que hay que poner carácter para que esa persona coma, especialmente quienes por temor a engordar o para cuidar el físico por cuestiones estéticas, dejan de comer e incluso, se inducen al vómito. Ade...
 
 
 
 
