Comprar una Casa: Preocupación – Ocupación

Infinidad de comentarios comparativos se hacen a diario en redes sociales, sobre las posibilidades que tenían las parejas de recién casados de unos 20 años hacia atrás para comprar una casa, con las bajas posibilidades de ahora.

Aunque se tome a chanza, es una de las mayores preocupaciones de la actualidad para quienes, de manera planificada o no, decidieron tener un hogar. Todo ello, porque los costos y el propio mercado inmobiliario es cada vez más rudo, clasista y oneroso, sumado a otras complicaciones.

En la actualidad, quienes han podido acceder a fuentes de trabajo con un monto que les permita costear su vida (gastos esenciales y gastos impuestos / de placer), se han decantado por la construcción de su propio hábitat. 

Los bajos precios y facilidades otorgados por los afamados remates bancarios han sido una panacea bastante eficaz, comprometida y abierta para quienes se han dado a la tarea de comprar una casa, en este caso haciéndola desde cero, una acción que termina dando más placer. 

Los créditos hipotecarios, microcréditos, préstamos, son para algunos engorrosos y para otros inaccesibles. Hay también el sector que les teme. Pareciera pues que para comprar una casa se necesita suerte o simplemente, una herencia.

comprar una casa

 

Preocupación al no poder comprar una casa

La cantidad de rupturas de noviazgos y/o matrimonios a causa de este factor es incontable, pero se percibe como incidente. Además, socava la confianza en el otro género (su contraparte) y se lleva a otras personas, esto lo que causa es discriminación, apatía, soledad. 

Las casas de acción social son escasas y ya los gobiernos no las ven como un negocio, salvo para las campañas electorales. Y los terrenos que eligen distan siquiera de estar en las llamadas ciudades dormitorio, sin más lejanos. 

Y no a todos les da por comprar una casa a tan larga distancia de su sitio de trabajo o estudio o no tener las comodidades de las zonas urbanas o las más cercanas zonas suburbanas. 

Es por demás frustrante y una preocupación que enferma el no poder tener su hogar propio porque su empleo, salario, línea de crédito, fiadores, referencias, etc., no satisfacen a las entidades bancarias. 

El “mudarse con la familia” y construir en terreno ajeno, es una prueba de fuego para el amor y el interés, la cual vamos a evitar tocar.

 

Comprar una casa: Ocupación

Ocuparse es, pues, el norte debido. Ya incluso antes de conocer al ser amado, el sueño que se hace proyecto debería ser preconcebido y sobre todo, ajustarse a las vueltas que dé la vida.

Porque a veces el destino se cumple pero no como uno planifica y cualquier devaneo puede quitarnos el empuje.

A veces, el alquilar es una opción, en especial cuando las parejas quieren o deben vivir ya juntas. Es plausible, pero un arma de doble filo, ya que el pago del alquiler podría ser parte del ahorro que acelere el llegar a la meta de la inicial + unos meses adelantado en la compra de una casa de segunda, tercera, nueva o del terreno para construirla. 

Ocuparse es un trabajo mutuo y entre ambos, de hacer tripas corazón e ir de lo más humilde a lo más satisfactorio que no es más que aquello que ya es de ustedes porque el brazo y apoyo mutuo así lo permitió. 

Ir paso a paso construyendo el piso para ser elegibles para créditos especiales para la compra de una vivienda. Eso no es que lo desearon hoy y en una semana han finiquitado el papeleo. No, tómense su tiempo, construyan un capital + ideas en paralelo a esa acción y además, planifiquen el cómo la costearán. 

Comprar una casa cuesta más allá del dinero. Es la conjunción de deseos y el equilibrio de las fuerzas involucradas. Ya pasaron esas épocas en que la casa era del hombre porque la pagaba y luego de la mujer porque las leyes así se lo permitían. 

Ahora la casa es de ambos y el legado que dejarán a los suyos o para otro que la herede  se las compre. Lo que vale es el disfrute, el cobijo, el tiempo, la identidad y las ganas.

En fin, la demostración de que sí quisieron y sí trabajaron paso a paso, incluso en contra de todo aquello externo enfocado en destruir el ánimo de quien quiere comprar una casa.

El casado, casa quiere. Y quien quiere, busca la manera de poder.

Lcdo. Argenis Serrano 

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