Justifico este artículo sobre Temas de Conversación para las Familias, así
Parece mentira, pero ni siquiera cuando las condiciones están dadas en el hogar (alejados de los oficios y de las distracciones que brindan los equipos electrónicos), las personas en el núcleo familiar no se comunican y cuentan cosas de su sentir, vivencias, saber y hasta lo que su constructivismo brinda.
Sea porque están cansados, son
cortos de palabra o qué sé yo puedan tomar como motivo, el que debiliten la comunicación
familiar que puede fungir como aprendizaje, es demasiado triste y en algún momento
puede generar consecuencias negativas.
No pierdan la oportunidad de una
buena conversación, donde haya conocimiento, sentimiento, preguntas en búsqueda
de respuesta e incluso trivialidades.
Para que se les haga más fácil,
vayan tratando lo que puedan de estos tópicos. Y ya que hay tantos cortes
eléctricos (caso de Venezuela) o en los días de lluvia en los que hay que
quedarse en casa e incluso cuando no hay nada bueno que ver en la televisión y
los dispositivos transmiten más de lo mismo, hagan lo siguiente:
“Practiquen el fino arte de la
conversación y acrecienten la integración familiar”; la vida
se los recompensará a todos por igual, sin importar su género, creencia o edad.
Temas de conversación para las familias
Aquí tienen pues algunas ideas
para mantener una conversación interesante en familia cuando llueve o se corta
la electricidad:
(Y para que no sea algo
traumático, apliquen aquello de “escuchamos, pero no juzgamos”, sino más bien
sean comprensivos y ayuden a corregir, cambiar o aumentar con la equidad
debida, porque ninguna conversación familiar y/o revelación, debe terminan en
una disputa u otro tipo de conflicto.
Historias de infancia – Cada uno
puede contar anécdotas divertidas o memorables.
Leyendas urbanas – Relatar
mitos y leyendas misteriosas de la región.
Planes futuros – Hablar
sobre viajes soñados o metas personales.
Películas y series favoritas –
Recomendar clásicos o nuevos descubrimientos.
Juegos de palabras – Como
"veo veo" o historias improvisadas.
Recuerdos de vacaciones – Revivir
los mejores momentos de viajes familiares.
Preguntas hipotéticas – ¿Qué
harían si encontraran un tesoro?
Adivinanzas – Retar a
la familia con acertijos entretenidos.
Canciones y música – Cantar
juntos o hablar sobre géneros favoritos.
Experiencias sobrenaturales –
Compartir relatos de cosas inexplicables.
Hechos curiosos – Hablar
sobre datos interesantes del mundo.
Sueños y significados – Contar
sueños recientes y buscar interpretaciones.
Historias de amor – Narrar
cómo se conocieron los abuelos, por ejemplo.
Tendencias actuales – Comentar
sobre moda, tecnología o cultura pop.
Juegos de mesa – Recordar
juegos como ajedrez, cartas o dominó.
Recetas familiares –
Compartir secretos de cocina y platos especiales.
Anécdotas graciosas – Relatar
momentos divertidos e inesperados.
Personajes históricos – Discutir
sobre figuras que marcaron la historia.
Superpoderes imaginarios – Si
pudieras tener un poder, ¿cuál sería y por qué?
Recuerdos escolares – Hablar
sobre profesores, materias y compañeros.
Animales y mascotas –
Compartir historias de amigos peludos.
Viajes en el tiempo – ¿A qué
época viajarías si pudieras?
Tradiciones familiares – Recordar
costumbres y rituales especiales.
Secretos de abuelos –
Historias y consejos transmitidos por generaciones.
Construcción de una historia – Cada
persona añade una frase y crean un relato conjunto.
Estas conversaciones pueden hacer
que el tiempo pase volando de manera útil para el ahora y el después y así fortalecer
los lazos familiares.
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