La sexualidad plena es aquella en que las personas que se comparten lo hacen sin imposiciones.
En la mujer es especialmente necesario que se
responsabilice de su placer, conozca su cuerpo y no se avergüence del sexo.
El mejor camino para disfrutar más tu sexualidad es
conocerte a fondo, quererte y dejar a un lado viejos tabús.
Entrevista vía chat con la
periodista y sexóloga española Sylvia de Béjar, escritora entre otros del libro
“Mujer Tenías que Ser”.
Por Argenis Serrano
Los problemas de la sexualidad
Las adolescentes de hoy enfrentan los mismos
problemas que tienen las mujeres de mayor edad, debido a que siempre ha sido de
poca a ninguna la educación sobre la sexualidad en nuestros países. De haberlo,
se evitarían tantos traumas, desviaciones, embarazos no deseados, decisiones en
pro de lo físico y no de lo lógico y sentimental y enfermedades de transmisión sexual.
La sexualidad mejora la calidad de vida
Leer sobre sexualidad es algo que sorprendería a
muchos que lo comprenden o como algo pecaminoso o como algo utilitario.
Hay que informarse y ser valientes no sólo para
vivir nuestra sexualidad, sino para todo en la vida de pareja o no.
Procuremos querernos y tener fortaleza para
defender convicciones, deseos, ilusiones, necesidades.
Hemos de vivir recordando que hoy podría ser
nuestro último día y si fuera así, ¿lo desaprovecharíamos?
¿Cambiaría nuestra vida si disfrutáramos más con nuestra sexualidad?
La insatisfacción sexual afecta nuestra forma de
ser, nos acompleja e implica renunciar a una parte fundamental de nuestra vida.
La Organización Mundial de la Salud
dice que la sexualidad es una de las variables más importantes de nuestra
calidad de vida.
El acceder a nuestra propia sexualidad forma parte
de nuestras conquistas, del camino para lograr la verdadera igualdad de la
mujer.
¿Por qué le cuesta tanto a la mujer reclamar su derecho al placer?
Venimos de año de represión, stress, problemas
económicos, estigmas que se unen a los errores de elección de pareja, las
esperas en pro de “cumplir los
estándares”, entre otros problemas de autoestima que hacen olvidar que hace
falta quererse mucho para permitirse gozar.
Las mujeres siempre cuidan de los demás; es momento
de que ellas comiencen a velar por sí mismas y la sexualidad se encuentra entre
las 12 cosas valiosas para nivelar su modus
vivendi a niveles dignos y satisfactorios, sin trastocar su personalidad,
decencia, creencias e integridad. Todo ha de apuntar al respeto, discreción,
altura y mutua satisfacción.
¿Por qué se niega culturalmente el placer, por qué es algo vergonzoso?
En la cultura iberoamericana la sexualidad ha ido
siempre unida a la procreación. Es desde hace muy poco que esta visión está
cambiando y tantos siglos de incultura e injusticia, sobre todo con las
mujeres, no se borran simplemente de un plumazo.
¿Debemos investigar en nuestra sexualidad como quien sigue un curso de inglés?
Sí, hay que hacerlo. Los grandes logros no son cosa
de un solo día. Hay que tener paciencia, ir poco a poco, aprender como somos y
cómo es nuestra contraparte, qué necesita cada uno, cómo conjugar nuestras
necesidades y las suyas.
¿Y la sexualidad del hombre moderno?
La de los caballeros está más elevada porque
quieren vivirla de manera platónica y existencial, donde la mujer sea el eje
principal. Está bien, pero deben recordar hacerse uno con ella en el momento
sexual o jamás serán felices. Los hombres no caballerosos, deberían aprender
que la sexualidad no es sólo para bajos instintos, sino para crecer como
personas. Sí no pueden, pues su inmadurez les pasará factura.
El hombre en la sexualidad, requiere el equilibrio
de pensar y sentir antes de cualquier paso dar. Y entenderse más allá del
cuerpo.
¿Qué ocurre si la pareja no resulta cónsona, síncrona y no brinda buena compañía durante el cambio que la persona desea realizar?
Si es una pareja consolidada, con amor, veo difícil llegar a la ruptura. Un hombre que
ama a una mujer de verdad o una mujer que ama a un hombre de verdad, procura
hacer feliz a su pareja brindándole un apoyo factible sincero sea en casa,
trabajo, estudios y en la cama.
Otra cosa es que le sea difícil por dificultades
físicas o inseguridad extrema pero será la persona que busca el cambio (mujer u
hombre) quien decida qué espera de una relación y valorar si le compensa o no renunciar
a esa parte.
En cualquier caso, si decide con libertad y
conocimiento de causa, sea cual sea su decisión, pues bienvenida sea, con tal
de que incluya ética y mesura.
Cambiar los papeles, ¿no puede ser motivo de conflicto con la pareja?
Al contrario, los hombres están cansados de llevar
el peso de la relación, de que se espere tanto de ellos. Cuando se dan cuenta de
que su pareja se responsabiliza de su propio placer, lo agradecen.
Eso sí, en la sexualidad cuando reivindicamos
nuestro placer, debemos tener mucha paciencia y conciencia para que no existan
recriminaciones.
¿Están preparados lo hombres para respetar la sexualidad de la mujer?
En general, sí. Incluso entre los más mayores. Yo
estoy encantada del número de hombres que me escriben dándome las gracias por
ayudarles a conocer a las mujeres ¡y a sí mismos!
¿Y qué se hace con los hombres que no se muestran tan abiertos?
Se les debe dar un curso muy sutil, de por vida y
sin que lo noten para no herir su frágil orgullo, ya que miden su virilidad en
función a su desempeño en la cama
Las mujeres deben explicarles lo que necesitan y sí
hace falta, indicárselos, tomándoles por ejemplo la mano y mostrándoles dónde y
cómo quieren que les acaricien y atiendan.
¿Qué consejos se le dan a una mujer tímida de mediana edad?
Para vivir la sexualidad las mujeres han de estar
convencidas de que tienen derecho al
placer. Y para lograrlo es básico quererse. Por eso, sí una mujer tiene
problemas de autoestima o exceso de pudor, debe enfrentarlos con libros o
pidiendo ayuda de un terapeuta sexual o sexólogo.
Es básico que aprenda, que se informe de cómo es y
cómo funciona su cuerpo. Si juntamos todo eso, por muy tímida que sea acabará
por dar el primer paso, siempre en el halo de la responsabilidad y
honorabilidad, ya que la sexualidad para nada ha de afectarlas.
Y cuando vea que su pareja a tiende a una petición,
se envalentonará y seguirá dando otros pasos necesarios y espontáneos, porque
la sexualidad es parte de la personalidad.
¿Por qué los hombres se sienten incómodos cuando las mujeres hablan de sexo?
Los hombres mantienen más la imagen y las mujeres
son más de confidencias. Yo creo que ustedes (nosotros los hombres) se
equivocan, pero si a una mujer le gusta hablar de sexo con sus amigas, que lo
haga, respetando la parte que le incumbe a él. Los hombres serían más y mejores
en los sentimientos si hicieran así.
Si con el novio, amigo con derecho, esposo no hay nada qué hacer, ¿qué alternativa sugiere usted?
Acudir a un buen terapeuta sexual. Si no es
factible porque él no quiere o yendo no logran mejorar, sólo queda plantearse
si su relación se compensa en los otros ítems de la vida en pareja.
¿La sexualidad plena no entra en conflicto con la fidelidad?
Eso es personal. Hay parejas fieles que son felices
y viven plenamente su sexualidad y otras que no logran la plenitud ni teniendo
amantes. Todo es porque no se saben dar amor propio ni se valoran como
personas.
¿Cómo estimular a una pareja estresada o poco imaginativa?
Introduciendo novedades: juegos, retos, realizar
paseos y encontrar otros ambientes sanos y privados para su amor de pareja. Lo importante es ser
curioso y siempre salir de la rutina, que el factor sorpresa sea mutuo.
¿Qué dice usted sobre eso de que las mujeres sienten menos deseos que los hombres?
En realidad ustedes (los hombres) son más visuales
y nosotras (las mujeres) dependemos del momento.,
También es verdad que muchos estudios apuntan a que
los hombres quieren más sexo, pero eso es simplificar las cosas. A veces es así
porque la relación no es buena y si se procura mejorarla, ellas siempre tendrán
ganas.
Para finalizar y según las solicitudes de las damas colaboradoras en el chat y lo dicho en sus videos, ¿es mejor el orgasmo clitoriano o el vaginal?
En la sexualidad moderna y en el sentir ancestral
el mejor es el clitoriano el equivalente al pene es el clítoris, no la vagina.
Con esto no quiero decir que el coito no sea
importante, pero implica que la mujer reciba una adecuada estimulación clitoriana
y que se le dé más importancia al sexo oral y la masturbación mutua, explorando
lo más sano, lógico y emotivo de la sexualidad, demostrando interés mutuo en
conocerse y que el éxtasis y la felicidad siempre les hagan uno, como en todo
lo que conlleva una relación de pareja.
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