El stress está dominando la cruzada de la vida diaria en el hogar y la oficina, porque se lo permitimos a cambio de tener estabilidad económica. Sacrificamos muchas horas a la semana de tensiones, preocupaciones y acciones que el cuerpo va resintiendo y que obviamos solucionar al menos con un buen masaje.
Luego,
nos quejamos de que esto nos duele, aquello nos cruje, que estemos aletargados y
tensos. No vamos equilibrando las fuerzas y vamos abandonando a la salud,
incluso por no documentarnos de técnicas, consejos, avances, hechos científicos
y soluciones viables para mejorar nuestra calidad de vida, como bien se puede
hacer en este sitio web.
Un buen masaje
Un
masaje es un regalo para el cuerpo. Si bien es cierto que los hay de varios
tipos, de acuerdo con las técnicas y toques utilizados por un masajista
profesional, un buen masaje también puede surgir de las manos amorosas de una
novia, un esposo, un nieto o una vecina.
La
base está en la empatía y la comunicación. Y no confundir un masaje con la quiropráctica,
ya que son distintos y la segunda debe ser realizada por profesionales
autorizados, así como debe buscarse a un buen masajista que combine este con la acupuntura.
Pero,
a fin de cuentas, cualquiera que sea su descripción, los masajes cumplen con el
mismo objetivo: Ayudar a que el organismo, por dentro y por fuera, descanse y
recupere elasticidad de manera natural.
De
todos los tipos de masajes existentes, tres son los más populares y buscados:
Primero: Un buen masaje relajante
Suave
y armonioso, acompañado de una música apacible, este tipo de masaje es perfecto
para aliviar presiones y acabar con el cansancio. En fin, relajar cuerpo y
mente.
Al
actuar sobre las terminaciones nerviosas, tranquiliza los nervios y produce un
efecto sedante.
Puede
ayudar a aliviar dolores de cabeza producidos por exceso de tensión.
Además,
antes o después de un encuentro amoroso, un buen masaje mutuo les ayudará a
quitar tensiones de algún calambre, posición, el vigor y además, afianzará su
interconexión como personas amadas.
Segundo: El masaje reductor
Un
buen masaje aliado de la belleza femenina y el mejoramiento masculino, porque
ayuda a activar la circulación linfática y drena la retención de líquidos
excesiva. Además, moviliza y destruye nódulos de grasa, lo cual favorece su
eliminación.
Por
todo esto, mejora el aspecto de la piel, ayudando a combatir la celulitis y
favoreciendo una disminución de las medidas.
Tercero: Un buen masaje deportivo
No
importa el deporte y la dedicación que se le brinde al mismo. Cualquier
disciplina (hasta el tenso ajedrez o los juegos online) implica el uso exigente de varios músculos y mantener algunas
posiciones.
Luego
de una jornada de entrenamiento o de competición, un buen masaje ayuda a que
cada músculo y tendón se relaje de la tensión acumulada.
Es
ideal, además, para aliviar lesiones deportivas como los hematomas, contracturas y tendinitis.
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