Cómo prevenir incendios en en hogar. Cómo reducir los riesgos de incendio y las lesiones en caso de incendio
Claves para evitar incendios en el hogar
Instale un detector de humo con alarma en cada piso de la
casa. Las siglas UL (por Underwriter's
Laboratories) indican que el aparato ha sido sometido a test exigentes de
calidad. Probarlo al menos dos veces al año. Probar la batería del detector una
vez al mes, nunca quitarla para usarla en otro lado y reemplazarla una vez al
año. Renovar el detector cada 10 años.
Tener un extinguidor, saber cómo usarlo y haberlo
practicado.
Si se usan calefactores eléctricos, operarlos a no menos de
un metro de material combustible; no usar cables alargadores excepto si es
absolutamente necesario (en esos casos, mantenerlos desenrollados y no
cubrirlos con alfombras ni otros elementos); no usarlos para secar ropa o
calzado.
No sobrecargar los enchufes eléctricos.
No colocar ni guardar toallas, repasadores o utensilios de
plástico en los estantes que quedan arriba del horno.
No usar mangas largas cuando se cocina o de usarlas, debe arremangarse.
Pueden prenderse fuego o voltear recipientes y provocar quemaduras.
Mantener
encendedores y fósforos fuera del alcance de los niños. No
estimular su curiosidad con estos elementos.
Al vaciar los ceniceros, chequear que su contenido esté
perfectamente apagado.
Cuando sea posible, utilizar tapicería con materiales
resistentes al fuego. Controlar siempre la tapicería después de que se hayan
sentado fumadores. No colocar ceniceros en los apoyabrazos.
No fumar en la cama. Es una causa importante de muerte por
incendios en el domicilio. Alejar las cocinas eléctricas hasta al menos 1 metro
de la cama (para quienes viven alquilados en habitaciones). No secar
vestimentas o calzado sobre ellas.
Al comprar vestimentas, priorizar la elaborada con
materiales de difícil combustión. Esto es especialmente útil para la ropa de
cama de mayores de 65 años, quienes tienen una incidencia altísima de lesiones
o muerte por combustión de pijamas, batas y camisones.
Por las mismas razones que lo anterior, preferir vestimenta
que no deba sacarse por la cabeza. La rapidez al quitarse la vestimenta en
llamas reduce la seriedad de las lesiones.
Tomar precauciones especiales al almacenar líquidos
inflamables como gasolina, benceno, thinner, alcohol, aguarrás, cemento de
contacto y querosén. El más peligroso de estos es la gasolina.
Estos líquidos forman vapores invisibles explosivos que
pueden encenderse por una chispa a considerable distancia del recipiente. Deben
almacenarse fuera de la casa, lejos de fuentes de combustión, lejos de los
niños, en envases bien identificados, bien cerrados y que no sean de vidrio.
Enseñar estas medidas a todas las personas que viven en la
casa.
Cómo reducir las muertes en caso de incendio en el hogar
Los incendios de noche cuando la familia está durmiendo son
responsables de la mitad de las muertes y el 33% de las lesiones por fuego en
calentadores eléctricos.
La principal causa de muerte en incendios es la inhalación
de gases tóxicos resultantes de la combustión.
Existen tres tipos de fuego:
- Clase
A, por combustibles comunes como madera, papel, goma y varios plásticos;
- Clase
B, por líquidos inflamables como gasolina, aceite, alquitrán, pinturas a base
de aceite, laca y gases inflamables; y
- Clase
C, que implica a equipo electrificado como cables, cajas de fusibles, llaves
térmicas, máquinas y utensilios eléctricos.
Cada extintor en su folleto indica para qué tipos de fuego
se puede usar y para cuáles no.
Los incendios que involucran a personas mayores se dan
típicamente en dos escenarios:
1) La persona fuma en un asiento mullido bajo los efectos de
medicación, stress o fatiga; cenizas o el mismo cigarrillo caen sobre el
asiento, que se prende fuego a las 2 a 4 horas, generalmente cuando la persona
ya se ha ido a dormir; y
2) combustión de ropas, sobre todo al cocinar o al contacto
con elementos de calefacción.
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