Decorar y acomodar los espacios en el hogar es una
tarea práctica, dinámica y muy artística, que toda mujer u hombre debería
llevar a cabo.
Les daremos de manera muy sucinta algunos secretitos
para embellecer su hogar y hacerle más acogedor.
Para que su hogar sea un lugar placentero no se
requiere tener mucho dinero, tener lo último de la moda o tener una casa
sumamente amplia; lo ideal es mantener un hogar acorde a lo que se tiene, pero
acorde a lo que se quiere tener.
Una buena técnica es mantener las cosas de una manera
que se vea bien, se sienta bien, huela bien y se oiga bien. Expliquemos al
respecto:
Un hogar que tiene muy bien utilizados los espacios debe llenar algunos requisitos:
Ø Si
tiene adornos, una decoración vistosa, cuadros, trofeos, etc., deben verse
bien, en fila paralela simétrica y con intervalos, eso mejora
la calidad de decoración; no sólo debe estar basada en el valor como
costo, sino en la apreciación visual, es decir, el ambiente no
debería estar en gran manera cargado de diseños, estilos,
esculturas, colores, adornos, etc.
El motivo es que tal acumulación que supera lo variopinta, lo que crea es un fortísimo
y constante ruido visual y aunque todo es muy bonito, lejos de
despejar la mente al que ve, causa una sensación de estar sobresaturado y a la
misma vez, de estar mal organizados.
Ø Si
se tienen mascotas, plantas y otras cosas que ameritan de cuidado, de
buen mantenimiento y sobre todo de discreción en cuanto a todos los demás
lugares de la casa, es necesario buscar los espacios más idóneos para tenerles
en casa, no es bueno tenerlos en un lugar que estorben, ensucien, huelan mal,
estén cerca de niños o de visitas que no le den el mismo cuidado, etc.
Ø Si
hay ventanas, puertas, balcones y otros sitios que ameritan estar despejados,
no es bueno colocar muchas cosas a su alrededor, ya que es muy útil mantener
las puertas, las ventanas y los balcones despejados de adornos, cortinas
molestas, materos y de cualquier cosa que no permita visibilidad, que obstruya
el libre paso o que cause la sensación de que puede caerse encima de alguien si
se pasa por allí.
Ø Tener
un hogar impecable con muchas cosas delicadas que no permitan a nadie estar
tranquilos transitando por dichos espacios, sin pensar en el cuidado de no
romper, de no tumbar, de no tropezar o de no ensuciar algo, genera estrés,
por eso no es bueno sobresaturar los ambientes de cosas costosas, colores
claros, cosas delicadas, etc.
Ø Siempre es maravilloso tener en el hogar lugares donde la gente sienta que hay un refugio, donde sentarse a escribir, leer, crear canciones, pintar o simplemente dejar volar la imaginación, que haya un lugar donde la gente tenga privacidad, para estar sola, reír, llorar, descansar del largo día, separarnos del ruido, sentarse a hablar con alguien a solas, ver, leer o entretenerse con sus cosas favoritas, etc.
Si no hay un lugar especial para ello, es bueno que en los cuartos de cada integrante haya un pequeño lugar que le haga sentir placer estar allí. Todos necesitamos un lugar o espacios así.
Ø La
manera como se vea el hogar, determina qué tanto tiempo desean estar allí cada
uno de los miembros que habiten en él; si huele mal, hay ruidos molestos, no
hay espacios donde estar solo, todo está desordenado, no hay lugar donde hacer
alguna creatividad, etc., las personas sentirán constantemente el deseo de
buscar ese espacio en otro lugar y muchas veces ese otro lugar tampoco es el más
indicado.
Esto puede generalizarse a todo el grupo de integrantes de la
familia, bien sea niños, adolescentes, jóvenes y demás adultos, todos
pueden verse afectados por estar en un lugar así, que no les
ofrece calor de hogar, espacios de evolución y la ansiada sensación
de refugio.
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