Historial de Internet de los Miembros del Hogar
No se vulnera el derecho de los hijos, esposo, esposa y/o
demás miembros de la familia cuando se revisa el historial de Internet, sea de
manera voluntaria o casual. Cuando los equipos son compartidos y no existen
claves o carpetas que los clasifiquen, su lectura es también una manera de
aprender sobre:
- Necesidades
físicas, psicológicas, espirituales.
- Reconocer
actitudes y aptitudes.
- Saber
qué se está haciendo del tiempo útil o del tiempo de ocio.
- Entender
si existen problemas, asociaciones conflictivas, búsquedas confusas.
- Distinguir
si se está cubriendo una carencia, salvable esta, por los miembros del hogar.
- Evitar
que se caiga en estafas, vicios o se adentren virus y malware al equipo.
Revisar el historial de Internet
Como dijimos, usted no está vulnerando el derecho a la
privacidad si el historial de Internet e incluso los archivos no han sido
bloqueados con contraseña, borrados o simplemente se convino en la familia no
inmiscuirse.
Puede ser común ver en el historial de Internet de Google una
búsqueda de poemas de amor para mi novia
por parte del joven masculino o niño de la casa. En ambos casos, usted se está
enterando de que existe una intención amorosa y que la misma debe ser
canalizada con seriedad y de manera afable, haciendo que ese niño o joven comprenda que
el amor es algo serio y tiene sus triunfos y fracasos.
Ahora, si lee la misma frase en el historial de su hija, sea
niña o ya adolescente, dicha información debe ser canalizada y hablada en
familia porque allí existe algo que no se ha conversado y está latente. Requiere
mucha reflexión, tino, respeto y aceptación para colaborar con ella en su orientación sexual.
Si la misma frase es buscada por su esposo o su esposa, toca
también conversar y aplicar calma y cordura,
porque es evidente que hay una inquietud y cambio que se cierne sobre la
relación y la estabilidad del hogar se verá trastocada, pero menos si las
partes se sinceran y logran pactar en base a sus intereses y consideración
mutua.
Otros casos
Así lean sobre sitios
para adultos y dependiendo también qué tipo de videos sean los más
solicitados, las conversaciones han de orientarse a la disciplina, consultar
qué está pasando y qué es lo que se está buscando; equilibrar los valores
propios de cada quien para encontrar un punto de equilibrio, que como tal
debería ser encontrado dentro del seno familiar y no en el historial de
Internet.
Los temas históricos, políticos, de ¿cómo se hace?, las recetas, los procedimientos o manuales del
usuario; sobre la tecnología, problemas sentimentales, series, películas,
juegos, todo queda almacenado en el historial de Internet y pocas son las
ocasiones en que éste se borra, sea por desconocimiento o sólo realizarlo
cuando los navegadores así se los indican ante la saturación.
Todo lo que atañe a los miembros de una familia tiene un buen
nivel de privacidad en base al respeto mutuo. Pero cuando esto se hace evidente
en el historial de Internet, de manera sutil, comprensiva y firme se debe ir
ventilando, sin ánimos de pelear, sin atacarse, desglosando el problema o
consulta hasta hallar una solución salomónica.
Eso es darle mejor uso a la señal de Internet del hogar y minimizar los secretos entre
familiares, salvo aquello en lo que cada quien quiere y debe ser reservados. Recordemos
que tener privacidad o no contar todo lo que se vive, sabe o siente, incluso al
entorno, no es mentir; simplemente es aquello que para bien o para mal,
preferimos y debemos cargar cada uno.
Sólo la vida y nuestras decisiones nos hacen solicitar a los
miembros de nuestra familia o amigos más íntimos, la ayuda para cargar el peso
de nuestras ocurrencias. Y si no limpia el historial de Internet y este es de dominio público, pues obviamente que
hay que tratarlo como un asunto familiar.
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